Los mismos que celebraban la
caída de una Caja y tiraban a los pies de los caballos a sus dirigentes, no
seré yo quien los recate de ahí, hoy andan callados cuando cae otra. Ya lo estuvieron
en otras ocasiones. No es una cuestión de un partido u otro que quiebren las
cajas.
Los mismos que se quejan de la
herencia recibida aquí o allí se han dejado en auto-herencia comunidades
quebradas, hundidas, con bonos basuras según la basura de las calificadoras. En
cada lado el político de turno culpará a un aeropuerto o a la Fórmula 1. El
caso es que todo está arruinado y, no se sorprendan, en cada comunidad
gobernaba un partido distinto de los “dos” partidos que saben lo que hay que
hacer.
Los mismos que hablan de ajustar
el gasto, traducción casi mesiánica de recortar a la ciudadanía, hicieron que
el déficit se dispara el año pasado en el último trimestre. Los gobernante
actuales reconocieron que la desviación de más de 2 puntos entre lo que debía
existir y lo que existía la produjeron las comunidades autónomas en casi su
totalidad. Dicho de otra manera: mientras hablan de austeridad en Madrid, se
gastan lo que no tienen en las comunidades (y no en servicios sociales ni en
fomento del empleo, por desgracia).
Los mismos que quieren liberalizar
la economía, privatizar las empresas públicas para que funcionen mejor,
aligerar el peso del Estado en la economía y un liberalizador etcétera, van a
seguir socorriendo a unas empresas privadas con dinero de todos los ciudadanos.
Esas empresas, aunque no debería importar a qué se dedican, prestan dinero a la
gente aunque, siendo técnicos, la gente le presta dinero a Europa por nada,
Europa se lo presta a ellos al 1% y ellos se lo prestan a la gente al 5 – 6 %
(según el día). A esas pobres empresas que generan beneficio para el país es a
las que se les ayuda. Usted, tendero, albañil, fontanero, maestro, comercial, búsquese
la vida (pero al 6% con su dinero).
Los mismos que socorrían antes a
esas empresas dejan sin socorrer a desahuciados, desempleados, jóvenes,
ancianos, enfermos, migrantes, etc… para poder pagar una supuesta deuda muy muy
grande a otros países más grandes que nosotros. El ciudadano en la indigencia
pero “honraos, que pagamos lo que debemos”
Los mismos que dicen lo contrario
de lo que hacen piden que nadie haga lo contrario de lo que diga porque,
lógicamente, no se puede decir digo donde dije Diego y, mucho menos, dejar de
decir después lo que dije antes y, sobre todo, no decirle a la gente lo que te
dije que dijeras y diré que dije pero sin decir que tú lo decías. He dicho.
Los mismos. Son los mismos. El
sistema mantiene un par de grupos que controlan el poder político y que tienen
las armas para controlar a la población. Son los mismos los que mienten y los
que descubren, los que acusan que los que causan, los que suben que los que
bajan, los que afirman que los que desmienten, los que ganan que los que… eso
no, ambos ganan siempre. Son los controladores de nuestras vidas. Son los que
viven a costa de nosotros. Son los únicos que no deberían ser y que, por
nuestra mala cabeza, son.
No hace falta nombrarlos porque
todos sabemos quién son. No puedo nombrarlos porque tienen nombres distintos en
cada país. Lo que sí puedes hacer es apoyarte en los que están a tu lado y que sí
conoces su nombre y que, por activa o pasiva, sufren o sufrirán lo que tu
sufres. Lo que sí podemos es mirarnos a la cara y no permitir que nos tomen por
idiotas ni un segundo más. Nos vemos en las plazas.
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