El día mundial del
cáncer de mama, que se celebra hoy 19 de octubre, debe servirnos para varias
cuestiones. En primer lugar, para concienciar a la sociedad de la importancia
de la detección precoz, de la atención a nuestra salud que, al fin y a la
postre, puede terminar salvándonos la vida. Es un día sin duda importante,
señalada en el calendario de mucha gente, con alta visibilidad social y esto es
debido, lógicamente, al buen y abnegado trabajo de muchas asociaciones y
personas individuales que trabajan durante todo el año para que así sea.
En este sentido, el
19 de octubre también debe recordarnos que hay una batalla que librar contra
esta enfermedad. Cada año, solo en España, se detectan en torno a 26.000 nuevos
casos de esta enfermedad, que sufren en un 99% las mujeres. Este tipo de cáncer
supone, eliminando el del melanoma, el que más se repite entre el género femenino.
Por lo tanto hay que seguir luchando.
Como todos sabemos,
y voy a la segunda cuestión, a la propia detección precoz, siguiendo las
recomendaciones de los expertos, hay que añadirle una detección pública eficaz.
Hemos vivido años de duros recortes en todos los sentidos y, sin duda, también
en esta cuestión. Durante el último año hemos visto la denuncia de
profesionales que nos hablaban de que en la provincia de Cuenca, debido a la situación
de estas pruebas, solo se estaba analizando al 45% de la población diana.
Quiere decir esto, haciendo una simple cuenta, que el 55% de las mujeres que podían
tener ya esta enfermedad, quedaría sin esa indispensable prueba para la
detección precoz.
Por lo tanto, el
día de hoy no debe estar exento de la necesaria reivindicación (necesaria y
justa) de una inversión real que consiga que el 100% de la población diana
pueda disponer de dicha prueba. Una exigencia, además, que sirva para recordar
a los poderes públicos que hay cuestiones con las que no se juega y la salud,
sin duda, es una de ellas. Los recortes en los presupuestos (se han visto
reducidos a la mitad en no pocos casos) nos llevan a situaciones dramáticas. Disponemos
de los medios, disponemos de unos profesionales maravillosos y las
instituciones y gobiernos deben disponer de la voluntad política necesaria.
Hacer una mención
especial a todas las personas que padecen esta, y otras enfermedades, y
animarles a tener la fuerza de luchar por derrotar el cáncer.
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