martes, 5 de noviembre de 2013

Si España no es Grecia, Valencia sí.




La decisión de Alberto Fabra (PP) de  cerrar a cal y canto el ente público de  Radio Televisión  Valenciana deja varias cuestiones muy claras. 

- La primera de ellas es que se van a la calle 1300 emplead@s. Esa es, sin duda, una de las cuestiones más graves y que, si no hay marcha atrás, supondrá el engrosamiento de las listas del paro y otras tantas familias que se unirán a las ya (muy) preocupadas por esta cuestión.

- La segunda es un aviso a navegantes: nuestras decisiones no se tocan. El gobierno regional había decidido, como seguro los informados lectores de este blog sabrán, un ERE que afectaba a un millar de trabajadores y trabajadoras de RTVV. Una vez anulado dicho expediente de regulación por parte del juez y la instancia correspondiente, el gobierno del Partido Popular redobla la apuesta y echa el cierre, expulsando al desempleo no al cerca de millar de personas, sino a la totalidad de la plantilla: sin negociación, sin tiempo para meditar, sin estudios económicos (por ejemplo, podría ser viable, según las propias cuentas del PP valenciano, mantener la radio valenciana), etc.

- La tercera cuestión se alarga un poco más en el tiempo y da nombre a esta modesta y ligera opinión: Valencia está, al menos, como Grecia. Recordar que el precioso país heleno cerró hace unos meses también su televisión pública. La comunidad valenciana, gobernada por el Partido Popular desde 1995, es de las peores gestionadas, a tenor de los elementos que la prensa nos ofrece, de toda España. 
Los servicios sociales, según los datos públicos que son fácilmente localizables, son los más pobres de España, teniendo un gasto medio por habitante más bajo que todas las demás comunidades. Pero, en cambio, es una comunidad ultra endeudada, incapaz de mantener esos paupérrimos servicios sociales, que ha tenido que ser rescatada por el resto de los españoles y que tiene que tomar este tipo de medidas que pone sobre el tapete una crisis difícilmente superable sino es con ayuda de todos los demás. El Partido Popular ha mostrado aquí dos cuestiones:
                               1.- El endeudamiento no es exclusivo de uno u otro partido, sino de gestores nefastos incapaces de alcanzar su mirada más allá del corto plazo y de las siguientes elecciones municipales, regionales o nacionales.
                               2.- El endeudamiento no es igual en todos sitios aunque tenga los mismos porcentajes. Mientras en algunas comunidades se daban libros gratis al alumnado, en Valencia se recibía al Papa con grandes fastos (su marcha llevaban los organizadores, como se ha conocido después). Mientras en algunas comunidades las sustituciones en educación o la cartera de servicios de la sanidad eran rápidas, en el primer caso, y amplias, en el segundo, en la Comunidad Valenciana Bernie Ecclestone veía correr sus F1 por un circuito urbano creado ex profeso para dicho evento. El dinero de los contribuyentes puede traer la Copa América o, por el contrario, revertir a la ciudadanía (algo que no pasaba en Valencia como demuestra este gráfico sobre servicios sociales: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/03/26/actualidad/1332764915_656738.html )
Por lo tanto, sería interesante que algunos políticos de este país, y de ciertas comunidades, del color que sean, se abstengan de decirnos a la ciudadanía quién tiene la culpa de la crisis, quién ha vivido por encima de sus posibilidades y, sobre todo, que no se vendan como la solución y que no nos expliquen a los demás cómo salir de este embolado. No sé si sabremos cómo se sale, cada uno tendremos nuestras recetas, pero sí podemos saber quiénes han sido los que nos han metido en esta situación y quiénes no nos van a sacar.

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