martes, 19 de junio de 2012

¿Estás de broma, no?



Las cuestiones generales siempre son más fiables a la hora de darnos una perspectiva global de lo que sucede y, sobre todo, son más cercanas a la realidad y nos sirven como “esqueleto” para sustentar los hechos puntuales, las acciones concretas, sin perder la óptica de lo que, en realidad, está sucediendo. Lo que sucede es que, en ocasiones, algunos hechos concretos son tan interesantes o llaman tanto la atención que merece la pena hacer una pequeña parada en la construcción histórica de un relato.

Que Mariano Rajoy haya cambiado de opinión sobre su línea de crédito en condiciones ventajosas (rescate para el mundo) en menos de diez días es un hecho insólito que ha conseguido sorprender-enfadar  a propios y extraños. Después de vendernos las bondades del rescate que nos iba a ofrecer Europa y hago un inciso para recalcar que no me equivoco en la redacción de esa frase ya que, según el presi, poco menos que tuvieron que doblegarse las instituciones europeas, los socios comunitarios y la nueva dama de hierro ante nuestra justa petición para satisfacernos. Como digo, tras la explicación totalmente falaz de lo que significaba aquello que nos anunciaban y la bravuconada presidencial, ahora resulta que esa línea de crédito es nefasta para la economía española, según Mariano (que todavía es capaz, contra muchos pronósticos, de hacer buena la broma que lo bautizaba como El Breve). Me ahorraré los cientos de “te lo dije” que no vienen a cuento y autocito este blog para demostrar que las mentiras vertidas por el ministro de economía primero y el presidente del gobierno después eran fáciles de desenmascarar, incluso, por un neófito en la materia como un servidor (véase “DEMOCRACIA CONTRA MERCADOS”)

El caso es que esta vuelta de tuerca nos deja, en mi opinión, tres escenarios y, sinceramente, no sé cuál es más triste:

1.- Mariano Rajoy y su gobierno odian a España. No se me ocurre otra cosa para definir la acción de presionar a Europa para que nos ofrezca un rescate bancario que es nefasto para el país (en ambos casos utilizo los verbos del presidente). Diría aún más, y es que, incluso después de esta afirmación, siguen defendiendo que lo pedirán y que será esta semana. ¿Tiene algún sentido presionar para que te hagan daño? ¿Lo tiene, acaso, pedir que te hagan daño incluso cuando has comprobado que te duele? 

2.- Mariano Rajoy y su gobierno son marionetas que no conocen en profundidad las medidas que toman. No es un escenario tan descabellado y, debo añadir, en muchos momentos he pensado, con este y el anterior gobierno, que esto era así. Puede suceder que los ministros de Rajoy, incluso él mismo, reciban una suerte de teletipos o llamadas por un teléfono rojo cuando el receptor era Zapatero, allá por Mayo del 2010, y azul con Rajoy en la Moncloa y que una voz, probablemente con un fuerte acento germano, dicte los pasos y medidas a seguir y, aún más, las explicaciones a dar al pueblo (pocas, por cierto). Esto nos serviría para explicar porque tienen que decir y desdecir en cuestión de días, prometer e incumplir por momentos y, para este caso, porque un presidente y su ministro descubren que una medida económica es mala 10 días después de tomarla y, ahí es nada, defenderla como una especie de lotería a la europea. 

3.- La tercera opción es la de que nos mienten descaradamente con fines partidistas. Es otra posibilidad que va íntimamente unida a la segunda, y es que puede ser que tomen las medidas que les dicen que son buenas (no entro en si lo hacen a gusto o a disgusto, sabiendo o no lo que hace, etc…) o que favorecen a ciertos grupos de poder y ellos, después y en clave nacional, envuelven toda la política en una lucha continua en los medios de comunicación, carente de globalidad y altura de miras y sujeta a un cancerígeno social llamado “ahora” que hace que cualquier mentira, error, salida de tono… sea olvidado con la mentira, error o salida de tono de mañana. Cómo sino puede alguien explicar lo tajantes que fueron, por ejemplo, con el tema del IVA hace pocos meses y que hoy esté sobre la mesa (sino aprobado a falta de ver cuando nos lo dicen… apuesten por la final de la Eurocopa o por el día siguiente de caer España eliminada) o, por ser más concretos y ceñirnos al tema, cómo se puede mentir tan claramente a la ciudadanía sobre el rescate sabiendo que, tal y como sucedió, iban a ir desmintiéndote no los políticos de la oposición, sino todos y cada uno de los representantes del contubernio europeo, FMI, etc…  Es increíblemente vergonzoso.

Dicho todo esto uno solo puede sentarse a escuchar el transistor y ver cuál será la mentira, exageración, error o salida de tono que acabará con esta. No sean impacientes, llegará más pronto que tarde.  Por cierto, y corro el riesgo de estropear el bonito final radiofónico, ¿alguien se acuerda de que la ciudadanía lo sigue pasando muy mal? ¡No, solo por estar seguros que nos tienen apuntados en su lista de cosas por hacer!

No hay comentarios:

Publicar un comentario