Yo no pararé con mis compañeras y compañeros este 24 de
Octubre, ni con el alumnado, ni el personal de servicio, ni los becarios ni
investigadoras. Nada, no haré la Huelga General Educativa en esta ocasión.
Y no pararé el 24O porque yo ya no trabajo en Educación.
Como tantos otros compañeros y compañeras, yo hace un tiempecillo que no piso
una clase, no toco la tiza ni discuto con mis alumnos. No evalúo, ni saco
medias y, por supuesto, no preparo clases. Yo, como más de 6000 compañeros, he
perdido mi trabajo y el proyecto creado para una vida.
No pararé y, por tanto, no podré defender, como en otras
ocasiones, a todos esos niños y niñas que han perdido su gratuidad en los
libros (cuando más lo están necesitando sus padres) o sus becas de comedor.
Supongo que, como los interinos, leyeron por encima de sus posibilidades o
ingirieron calorías de más en cursos anteriores.
No pararé, ¡qué remedio!, y no pondré mi granito de arena
para que el Alumnado con necesidades especiales tenga los apoyos necesarios. Y
todas las alumnas y alumnos en general que disfrutan de desdobles,
orientadores, psicólogos… todo esto mientras las aulas siguen aumentado sus
ratios, algo que, no hay que ser muy lumbreras para darse cuenta, aumenta el
fracaso escolar.
No pararé y, en esta ocasión, no podrán quitarme un día de
sueldo. ¡Lo que daría por poder perder un día de sueldo y apoyar a tantos y
tantos jóvenes que tienen que dejar sus estudios universitarios! Estos jóvenes,
que son el futuro y que, para mí, prácticamente son mi presente, han perdido sus becas tras los
continuos endurecimientos de los criterios que permiten acceder a una. Eso sí,
esta dificultad en el acceso a las becas se hace por un motivo: la excelencia.
Preciosa palabra que jamás imaginé que fuera sinónimo de exclusión, elitismo y
clasismo.
No pararé y que me perdonen mis amigas y amigos que, por su
valía y afán de superación en su campo, continuaron con sus estudios tras
acabar la carrera. Querían ser doctores, investigadores, escribir libros y
aportar, cada uno en su faceta, nuevas teorías y respuestas a la ciencia y a,
por ende, a la sociedad.
No pararé por las madres y padres, y por supuesto por sus
hijos, que ven como sigue cerrada la escuela de su pueblo, la de enfrente de
casa, y sus pequeños toman todos los días autobuses y furgonetas para ir a otra
escuela por las carreteras rurales de la comunidad.
No pararé pero espero (deseo) que sí lo hagan mis
compañer@s, esta vez sí.
Imagen extraída de politicacorrentina.com.ar
Imagen extraída de politicacorrentina.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario