viernes, 16 de mayo de 2014

El “Homo Cañetus” no puede ser nuestro eurodiputado.




Vaya por delante que el título no es ingenio de un servidor, sino de unas redes sociales siempre activas, rápidas e ingeniosas. Bromas aparte, la cuestión no tiene ni la más mínima gracia. Como han podido imaginar, me refiero a las declaraciones del ex ministro y ahora cabeza de cartel del Partido Popular en las próximas elecciones al parlamento europeo que, según parece, no quedó contento con su intervención de anoche y, en vez de echar el resto en lo que queda de campaña tras su derrota en la representación teatral, se ha puesto a buscar disculpas como buen español que dice ser.

El Señor Cañete ha espetado esta mañana, entre otras excusas de mal perdedor como el formato del debate (pactado al  100% por PP y PSOE), que “el debate entre un hombre y una mujer es muy complicado, porque si haces un abuso de superioridad… intelectual… -o lo que sea-, parece que eres un machista que está acorralando a una mujer indefensa.”

En primer lugar es, por supuesto, una expresión claramente machista. Veo debates entre hombres y mujeres en muchas ocasiones (en el mismo programa de televisión le ponían como ejemplo a Valenciano y Alberto Ruiz Gallardón) y no entiendo en qué, concretamente, se intuye el machismo por expresar la opinión de uno, sea del género que sea, contra otro, que también puede ser de uno u otro sexo.  Sí parece muy machista pensar que esa disputa es desigual entre un hombre y una mujer. Además de otras expresiones, y su propio gesto mientras comentaba dicha frase, que no dejan lugar a duda de que su pensamiento es tal cual lo ha expresado (además, el Señor Cañete hace alarde de su espontaneidad.) 

Pero es que, además, es una actitud de tal prepotencia que resulta repugnante. La frase deja claro que Cañete se tiene una importante estima intelectual, por supuesto muy por encima de su contrincante, mujer. Tal es su intelectualidad que, llegados a la circunstancia de anoche, tuvo que contenerse para no “entrar a matar” y, por lo bajini, lamentar que no estuviera en frente el señor Rubalcaba que, aunque no podemos saber su capacidad intelectual en la escala Cañete, por lo menos es un hombre y ahí sí se puede dar rienda suelta y que gane el que quede de pie. Diré también que, aunque estoy totalmente en contra del tipo de debate que vimos ayer (empezando por ser solo dos y continuando por el formato), parece que el superior intelecto de Cañete no sirvió para derrotar a una púgil que, seamos sinceros, tampoco es que volara a gran altura. 

Esta salida de tono es terriblemente grave. Podría haberse resuelto, aunque hubiera tenido después el coste electoral que la ciudadanía hubiera querido o estimado oportuno, saliendo rápidamente el mismo ex ministro y el Partido Popular: el primero a decir algo así como “he dormido poco, discúlpenme porque nunca quise decir eso y no he estado nada acertado en las declaraciones” además, obviamente, de presentar sus disculpas ante su partenaire, sea cual sea su nivel intelectual. Los segundos, el PP, deberían no salir a arropar y socorrer al errado, sino exigirle que diera el paso que describo, sino hubiera salido de él, y reconocer el error de su candidato rezando para que se olvidara pronto. Ninguno ha estado en su sitio y creo que es un juicio que todos podemos compartir, sea cual sea nuestra ideología o afinidad política. 

Y ahora, ¿qué se puede hacer? Obviamente, como digo, los electores tienen en su mano el 25 de Mayo votar a este señor o no pero, dadas las reglas electorales y la posición que atesora (Nº1), Cañete será Eurodiputado. El Partido Popular, y también el Partido Popular Europeo que recibirá a este hombre en su grupo,  sí está a tiempo de obligar a Cañete a no coger su acta de eurodiputado tras el 25 de Mayo. Dadas las fechas no se puede cambiar al número uno pero el PP sí puede, y si no media, aunque tarde, algún tipo de disculpa, retirarlo de los mítines que le queden, colocar a González Pons, Nº2, en su lugar y decir públicamente que han cambiado su número 1 y que le exigirán que devuelva su acta. Por su parte, el PP Europeo puede comprometerse a no incluirlo en su grupo.

El error es tremendamente grave pero no salir a pedir disculpas y retractarse obliga a tomar las medidas más contundentes, políticamente hablando. Si ninguno lo hace esperemos, al menos, que las y los electores lo tengan muy en cuenta.


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