No cabe duda que todos los
momentos no son los mismos, que todas las circunstancias, influyan o no en el
resultado final o en una decisión, son claramente distintas a otras anteriores
que hemos podido vivir cada uno en nuestra experiencia personal. Dicho esto,
poco espacio queda para dudar que el momento actual es claramente excepcional.
Único quizás, teniendo en cuenta que puede ser un apelativo positivo o
negativo, según la mirada del lector.
Por lo tanto, las acciones que
decidimos tomar, los barcos que intentaremos hacer zarpar o los “pinchazos” que sentimos ante ciertas
circunstancias y que nos hacen saltar del letargo que nos acoge, suelen estar muy
influidas por esas circunstancias.
Hoy, mi pueblo, el que me ha
hecho sentir orgullo, vive, por desgracia como tantos otros, momentos duros y
difíciles. Es complicado ver como Mota ha perdido, en estos últimos cuatro
años, más de una treintena de profesores y maestros de nuestras escuelas que,
por desgracia, se traduce en peor calidad de la enseñanza para nuestros hijos e
hijas. Menos apoyos, menos tiempo de preparación de clases o actividades, menos
atención a la diversidad… menos educación pública. Mi pueblo sigue viendo como
su proyecto de centro médico no es importante para quienes nos gobiernan, a pesar
de no haber realizado nunca un centro en Mota (pocos pueblos pueden decir tal
cosa en el año 2014). Las condiciones de las y los trabajadores de la sanidad,
los copagos, la retirada de decenas de medicamentos de la cartera de servicios,
las listas de espera… El momento crucial, donde se dirime el seguir existiendo
como derechos o pasar a ser la antigua beneficencia, que viven los servicios
sociales hace preocupar a cualquiera. La falta de transparencia, el gobierno
por decreto, las malas prácticas políticas que impiden la participación,
incluso, de las personas elegidas democráticamente para ello no son, sin duda,
cuestiones menores.
Y todo mientras mi ayuntamiento
sigue mirando para otro lado, reduciendo el gasto en mis vecinos y vecinas y,
en cambio, aumentando su deuda con otros actores que, por desgracia, no tienen
los intereses de las y los moteños.
Sin duda, la ciudadanía sabe lo
que se juega y se ha organizado en plataformas, en colectivos de diversas
fórmulas y maneras para minimizar el sufrimiento de todos.
Por todo esto, y mucho más, y
porque confío en que la ciudadanía quiere acabar con las políticas (y los
políticos) que han causado estos destrozos sociales, porque estoy convencido de
que el único camino que nos lleva a un sitio mejor es el que emprendemos entre
todos y todas, me encantaría unir el
sonido de mi paso al frente al de toda la ciudadanía que ya lo está dando, con
la dignidad que envuelve a un pueblo cansado y unido. Porque siempre pretendí
ser parte de la solución, y nunca del problema, hoy he registrado mi
candidatura en las primarias de IU Mota del Cuervo.
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